Vestigios de un pasado rural en Peña Blanca (3era subida a los cerros las 2 tetas)

            Fue en Mayo del 2020 que subí los cerros las dos tetas acá en Peña Blanca, en aquella ocasión hice un registro del ascenso comentando en este blog algunas cosas que fuí observando, hoy después de casi dos años decidí nuevamente subirlo, para ver si algo ha cambiado, pero no tome exactamente la misma ruta que la vez anterior, entre por la calle "Los Maitenes" hasta topar con el fundo "Doña Juani" en este tramo lo primero que me llamó la atención es que ya no está la animita de la persona que falleció en los cerros colindantes bajo un árbol de boldo frente a una casa de adobe, ya era parte del lugar y es una lástima que ese pequeño monumento a quien partió en estos lares ya no esté recordándonos lo sucedido.



               Ya entrando al fundo, la vista se deleita observando los vestigios de un pasado rural que alguna vez tuvo el área, siendo un pequeño oasis del ayer, una ventana que nos invita a una especie de viaje en el tiempo, proyectando imágenes que nos recuerdan que antaño en Peña Blanca se hacía vida de campo, esta magia aún subsiste aquí, a nuestro lado nos reciben varios caballos pastando apaciblemente, quienes nos observan sin inmutarse de nuestra presencia, los prados amarillos cual manto rubio que cubren la Tierra son el apetecido alimento de estos amigos, seguimos caminando por estos prados, a nuestra izquierda un cauce seco en la quebrada nos recuerda que alguna vez aquí paso un estero, a su lado aparecen uno que otro Boldo, Quillay o un Molle, dejando alguna raíz desnuda a la vista implorando por el agua que no cae hace tiempo. En la parte media de este valle nos encontramos con un abundante bosque de Eucaliptos, deducimos que por el grosor y altura de sus troncos no son árboles muy antiguos, aquí hacemos un alto para beber agua y disfrutar del sonido que hace el viento al recorrer entre medio de sus copas


                    Seguimos subiendo por la quebrada empiezan a aparecer de manera más abundantes árboles nativos de buen tamaño, y es aquí donde nos encontramos la agradable sorpresa de que existe una pequeña vertiente aunque algo debil, donde el agua brota de las faldas del mismo cerro, alguien en este punto construyó un abrevadero para ganado con la intención de recolectar el agua que proviene de las napas del subsuelo, en el cemento que la rodea alguien puso la fecha "1970" me imagino que fue el año de su construcción, un poco más arriba un hoyo hace una pequeña posa marcada con un cerco de varas de eucaliptos, donde nuestros perros aprovecharon de beber y refrescarse a la sombra de dos enormes Boldos.


Finalmente empezamos a subir el cerro, recorriendo un pequeño sendero que le bordea, Cactus, Litres y ramas secas de Espinos y Tebos nos acompañan hasta que llegamos a la cima, donde disfrutamos igual que la vez anterior de observar el valle donde se construyó Villa Alemana, desde este punto se puede ver parte de Quilpué y Limache por el frente y por la espalda el valle de "Los Molles" siendo está una postal realmente hermosa, pues se aprecia tras el una infinidad de otros cerros, como si fuese una especie de un suave oleaje.
Después de disfrutar de la vista y las alturas, regresamos a casa, con la grata sensación que deja en uno el contemplar estos paisajes 


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