Cementerio rural de Los Perales

            Entrando al sector de Los Perales, a los pocos metros de recorrer su camino principal, al costado de una curva, en plena falda de un cerro bastante empinado, podemos encontrar su cementerio rural , el cual es bastante antiguo. De niño, recuerdo que en paseos familiares, pasábamos por allí y los más chicos solíamos inventar historias de terror, debido a su aspecto que en ese entonces se encontraba algo deteriorado. Nos causaba cierta fascinación y nuestra imaginación fluía con facilidad a pesar de que nunca ingresamos a el y solo lo veíamos de paso, desde ese tiempo que sentía curiosidad por visitarlo, gusto que me di hoy, varios años después, experiencia que me gustaría compartir.


                            
                     Una lápida solitaria


             Al llegar nos encontramos con el portón metálico de acceso, con el detalle de una cruz dando a entender que estamos frente al ingreso al campo santo, atrás de este, el camino vehicular que permite un fácil acceso al recinto, rodeado de Boldos, subiendo por el llegamos al camino principal que divide en dos el cementerio, llama la atención lo bien cuidado y limpio del área, nos recibe allí dos árboles de pinos bastante grandes y bonitos, bajo uno de ellos, unas bancas permiten a los deudos descansar a su sombra, acompañados de una hermosa vista que quizás invita a la reflexión, pues enfrente se puede observar el valle con su abundantes y verdes bosques.
                   
                     El portón y su cruz.   

                       Cabe mencionar  que el cementerio cuenta con otro ingreso más de tipo peatonal, el que al parecer es el más antiguo, guía hasta el, una escala de ladrillos acompañada de un pino que creció casi acostado en el camino, este acceso da diréctamente al patio central, a sus lados acompañan algunas tumbas relativamente recientes.




              Llegado a este punto me dispuse a recorrer el cementerio, estando en el, me pude percatar que no es demasiado grande, recordándome por su tamaño y diseño a los cementerios que algunas vez visite en Chiloé, esto me llamo la atención pues al mirarlo desde abajo pareciese que fuese de mayor extensión. Como suele pasar en cualquier cementerio de tipo tradicional, se pueden apreciar variedad de diseños en las sepulturas, pues cada familia las construye según sus preferencias, y obviamente también influye en su estilo y técnica de construcción la época en la que fueron diseñadas, este por tratarse de un lugar muy antiguo, se pueden encontrar lápidas recientes en buen estado, decoradas cuidadosamente mientras que otras mucho mas antiguas en total abandono, muy deterioradas incluso un par de ellas casi desaparecidas, con sus cruces en el suelo, trizadas, sus muros rotos y completamente dominadas por la vegetación, sin embargo esto es absolutamente normal, pues por las fechas que se podían leer en algunas lápidas es probable que sus deudos también ya estén fallecidos o bien se hayan mudado de lugar, las fechas de defunción más antiguas que encontré correspondían a la década del 40 del siglo pasado, las más recientes del año 2019, esto lamentablemente no puedo certificarlo como dato exacto, pues en muchas sepulturas ya no se podían leer los datos de los fallecidos ya sea por su antigüedad o bien unas que parecían más recientes, no estában terminadas, con suerte algunas improvisadas cruces, flores y algunos elementos que seguro eran propiedad del fallecido en vida.



                Es bueno mencionar que se nota la puesta en valor del área, pues es evidente su cuidado, las rejas perimetrales están pintadas, los cercos en buen estado y el lugar limpio, desconozco si es obra del municipio o de los vecinos, pero años atras esto no era así, por fortuna el cambio ha sido positivo.

                       Lamentablemente como mencioné anteriormente, no corren la misma suerte las lápidas más antiguas, sin embargo este detalle da cierta aura especial al lugar evidenciando su valor histórico, al recorrer los extremos laterales donde había abundante maleza encontré una cruz de madera suelta y muy deteriorada, no estoy seguro si allí habría una o más sepulturas olvidadas, pero da a pensar eso. En la parte superior encontre algunos montículos con grumos de tierra que quizás pudieron ser en el pasado "adobes" de algunas tumbas, en otros lados muros de ladrillo, rejas oxidadas y caídas, y entremedio algunas sepulturas con hermosos detalles haciendo el contraste entre lo antiguo y lo moderno, cada tanto aparecían en algún rincón escobas y palas que seguramente utilizan los sepultureros en su trabajo, arriba un pilar de ladrillos corona en una cruz blanca y grande que nos recuerda en que lugar estamos.

                Finalmente me queda la grata experiencia de haber visitado al fin este mágico lugar, el cual ha sido puesto en el valor que merece, esperemos que nunca caiga en el olvido absoluto y para quienes lo visiten ojalá mantengan limpio y sean respetuosos y algo muy importante, hay que dejar el portón cerrado. A continuación dejaré algunas fotos que tome en mi recorrido.


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