Piedra Tacita del Cajón del Lebu
El Cajón del Lebu
Este lugar está muy cerca de la estación de trenes de Peña Blanca y podría decirse que es un lugar intermedio entre este sector perteneciente a la comuna de Villa Alemana y también de Limache. Hasta hace no mucho, era un fundo con cierta producción ganadera, constaba con guardias y un rustico cerco que algunos se atrevían a cruzar para ir al embalse "Los Áromos" en busca de un día de pesca. Abunda en el, nuestra típica flora de los valles centrales, a saber el: Espino, Boldo, Quillay, Litre, Peumo y Tebo, así también el introducido y bastante bien aclimatado Eucaliptus. También cuenta con un cauce de considerable tamaño, hoy seco, pero que evidencia que en el pasado había una importante afluyente de agua.
Este lugar al día de hoy está siendo parcelado y se han construido caminos para facilitar el acceso de quienes compran aquí sus parcelas de agrado.
El cauce seco
La Importancia Histórica del sector
A diferencia de lo que uno pueda pensar, nuestros valles nos entregan evidencia de su pasado y de los primeros pueblos que lo habitaron. Triste es, que a pesar de lo cercano que están, es muy común que el habitante promedio desconozca la riqueza de nuestra historia local y esto lleve a que muchas veces en pro del progreso se destruyan sitios arqueológicos en nuestras narices sin que nos demos cuenta, y esto no por mala intención ni por codicia, si no que netamente por ignorancia, por qué no sabemos lo que nos rodea y a pesar de lo cotidiano, desconocemos absolutamente la historia de nuestros sectores.
Es bueno saber que nuestros valles contaron con presencia de culturas precolombinas, puntualmente tanto en Villa Alemana como en Quilpué se han encontrado casualmente Piedras Tacitas, Restos de Cerámica, puntas de flecha y piedras horadadas la mayoría de estas por pirquineros, cazadores, o gente que recolecta arena en las riveras de los esteros, o tierra de hoja, senderistas, etc....
Es el caso del Cajón del Lebu que contiene una Piedra tacita de considerable tamaño la cual casi fue destruida mientras se construirá un camino de acceso. A continuación les dejo mi relato de como llegue a ella.
La piedra tacita
La piedra tacita que casi fue destruida
Tiempo atrás, sabía de la existencia de una piedra tacita en este sector, gracias a mis amigos de la sociedad de historia del Marga Marga que no habían podido dar con ella, pero que manejaban cierta información. Gracias a mi padre que es propietario de una de las parcelas del lugar pude llegar a ella, ya que el, me dió aviso al observar los trabajos que habían realizado unas máquinas excavadoras para habilitar un camino vehicular de acceso, al parecer estas habrían removido varias piedras siendo una de estas la que contenía las perforaciones propias de una "kurrakawin" (piedra de reunión en mapudungun) quedando entre dos caminos, con un trozo menos (al parecer por un impacto) y lamentablemente sacada de su posición original, osea removida de su contexto histórico. Pero al menos sobrevivió a todo esto, y pude registrarla en fotografía, tomar medidas y hacer croquis y anotación no solo para este blog, si no que también para una futura publicación donde esperamos poder dar a conocer estos importantes vestigios de la prehistoria de nuestros valles.
A grandes rasgos es una piedra de considerable tamaño, contiene dos perforaciones una circular y de profundidad media y otra algo más plana, donde evidentemente se molía lo que sería depositado en la más profunda. Los datos exactos de las medidas los reservaré para la futura publicación.
Claramente visibles las dos perforaciones.
Recorriendo los alrededores
Cuando uno se encuentra con una piedra tacita, es bueno mirar los alrededores, así se comparan los contextos en los que se suelen encontrar y a veces, por qué puede ser que existan otras relativamente cerca, o bien, quede otro indicio de la presencia de sus constructores, en este caso dada la situación de que estaba fuera de su posición original esto no tuvo mucho éxito, salvo la comparación mental con otras y está cumple con la norma, por ejemplo estar cerca de un cauce de agua y tener cierta visual hacia cerros importantes.
Al bajar al cauce del estero, hoy seco, me lleve la agradable sorpresa de encontrar dos hornos de barro para la confección de carbón de espinos, en muy buenas condiciones y de un bonito diseño, siendo esto lo último que registraría antes de retirarnos del lugar.
Ya con esto daba por terminada la visita a este sitio, no me queda más que agradecer a mi padre don Domingo Vidal ya que sin el, este registro hubiese sido imposible.
Esperando tener pronto algo que contarles me despido.....
Perspectiva del Caminante