Cerros de las "Dos Tetas" en Villa Alemana
Exploración
Para la gente de Villa Alemana y sobre todo de Peña Blanca son iconicos los cerros conocidos por todos como "De las Dos Tetas", los cuales son visibles desde varios puntos dentro y fuera de la ciudad, llamados así por su peculiar forma, a pesar de que realmente sus nombres son: cerro El Frutillar y el segundo El Quilo.
Vista de ambos cerros desde las calles de Peña Blanca
Es común que aun viendo cotidianamente nuestro entorno, en realidad, no conozcamos los lugares en si mismos, jamas hemos puesto un pie en el, a pesar de que mas allá del ejercicio físico y prepararnos algo de comer y beber para el viaje, no necesitemos mayores inversiones para distraernos, oxigenarnos y conocer. Desde niño que quise recorrer esos cerros y estar en su cima, que averiguando, no es tan alta, la del Frutillar se encuentra a unos 530 metros sobre el nivel del mar,
así que un día decidimos subirlos y ver que encontrábamos, al menos aparte del bello paisaje nos llevamos una curiosa sorpresa.
así que un día decidimos subirlos y ver que encontrábamos, al menos aparte del bello paisaje nos llevamos una curiosa sorpresa.
1) Vista de los cerros 2) contemplando el valle
Subiendo el Cerro
Mientras caminábamos logramos ver la típica vegetación de nuestros valles centrales, es decir: Espinos, Boldos, Litre, Quillay y uno que otro Cactus. Mientras mas se sube el cerro notamos que la tierra es de un color rojizo y la vegetación comienza a disminuir aunque no desaparece totalmente, las rocas abundan y nos topamos con varias de ellas rayadas a modo de recuerdo de otros excursionistas.
Un curioso descubrimiento: Un sendero hacia la nada.
A medida que avanzábamos hacia la cima, mas perdíamos las esperanzas de encontrarnos con algún vestigio de nuestro pasado local, pareciese que estos cerros no fueron de importancia para los habitantes del ayer, pero el Frutillar nos escondía una sorpresa, entre unos matorrales bastantes tupidos encontramos un curioso sendero, de no mas de un metro de ancho, pero a ambos lados acompañado de piedras puestas en fila, app su largo era de unos 10 metros y conducía hacia una leve planicie, al verlo nos cayo la pregunta, ¿y que propósito tenia esto? un sendero hacia prácticamente la nada pues no esta muy cerca de la cima, ¿quizás algún eremita que quiso habitar allí? ¿ un sendero para animales? quien sabe ....
El Sendero
Luego de tomar las fotos, seguimos nuestro camino, observando desde esa altura como se va dibujando el valle que alberga nuestra ciudad de Villa Alemana tratando de reconocer lugares familiares, disfrutando el paisaje, observando los tranques de "Los Molles" hasta llegar a la cima, donde nos encontramos con un solitario Eucalipto que le coronaba, acompañado de los restos de una escalera que alguien abandono allí y unos escasos metros mas allá unas rocas apiladas que protegieron una fogata.....
Los tranques del sector Los Molles
Proseguimos hacia la siguiente loma, la del cerro El Quilo, con mas vegetación que el anterior, incluso nos topamos en una pequeña quebrada con abundantes coligues, la tierra algo mas blanquecina que la rojiza que tenia el Frutillar, finalmente siguiendo un cerco, empezamos a descender para dar culminación a nuestro viaje, cabe mencionar que en todo este trayecto nos acompaño fielmente "Loky" un perro de mi población.
A continuación les dejo una selección de fotos de mi amigo Ricardo Loyola, quien también fue parte de esta exploración:
El Cordon "Tres Puntas" visto desde "Las Dos Tetas"
La tierra rojiza del "Frutillar"
La ciudad
Nuestra Vegetación
Loky el fiel compañero
Esperando tener pronto algo mas para contar se despide "Perspectiva del Caminante"